Mientras esperan su destino final, "duermen" en un depósito del Bajo Flores, muy cerca del Club San Lorenzo, donde funcionan una escuela inicial, un centro para discapacitados y un complejo polideportivo
Las 10 toneladas de residuos están acopiadas en galpones de la empresa
Urbasur en el barrio porteño de Flores a la espera de un tratamiento específico y destino final que torne inocua su toxicidad, según un informe elaborado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), a cargo de Sandra Bergenfeld.
Hace diez días, se supo que informó que los 50 contenedores con las pilas y las baterías usadas iban a ser enterrados en un relleno en la localidad de Bouwer, provincia de Córdoba.
Sin embargo, los cordobeses dijeron que no querían saber nada con recibir la basura tóxica.
La titular de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), Graciela Gerola, tras ese revés dijo que las pilas iban a terminar en la provincia de Buenos Aires, en virtud de un convenio por firmarse, donde existen tres plantas de tratamiento de residuos peligrosos.
Pero el jefe de Gabinete de Daniel Scioli, Alberto Pérez, también anunció que no recibirán las pilas en su territorio.
Mientras el destino final de las pilas aún no se resolvió, por lo menos se sabe dónde están: en los galpones de Urbasur, la empresa que se encarga de separar los residuos secos y húmedos de la Ciudad antes de ser enviados a los rellenos sanitarios del Ceamse.
El legislador kirchnerista Diego Kravetz había pedido al gobierno que informara el "lugar físico" donde se encuentran depositadas las pilas, qué tratamiento transitorio reciben, si existen convenios firmados para su disposición y la fecha estimada de tratamiento.
Infobae
Viernes 28 de Agosto de 2009
Reportaje a Graciela Gerola, Presidente de APRA, la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.